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jueves, 28 de febrero de 2008

Su vida fue como un croquis...

Ernesto Morosini
Al Arq. Julio Sánchez Juárez y Lechuga, in memoriam

Decía el Maestro Julio: “La vida es como un croquis… tiene muchas posibilidades”. El sábado 23 de Febrero del presente año, el Arquitecto Sánchez Juárez dibujó el último de sus trazos, no obstante, su enseñanza es motivo de ejemplo y de reconocimiento en la comunidad universitaria, sobre todo en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana de Jalapa, sitio donde el Maestro Julio impartió cátedra a numerosas generaciones e influyó notablemente en la conciencia de colegas y alumnos, ya que desde el aula ensalzaba incansablemente los valores humanos, pues consideraba que la dimensión real de la arquitectura es humana, aunque de la misma forma manifestaba su preocupación por “la crisis académica que atraviesan las universidades, la falta de participación y comunión de sus miembros en los espacios o foros de estudio, de reflexión, de diálogo y de discusión.” 1

“Julio Sánchez Juárez y Lechuga nace el 13 de septiembre de 1931 en la Ciudad de México. Hijo de María de Lourdes Lechuga y José Sánchez Juárez Romero, resulta descendiente directo de Benito Juárez García. El Benemérito de las Américas tuvo once hijos, entre ellos la gemela María de Jesús Juárez Maza, quien se casa con José Sánchez Ramos. Esta pareja procrea cuatro hijos, Delfín, Andrés, Maria Cristina y José Sánchez Juárez Romero. Ante la amenaza de perder el apellido del abuelo, en futuras generaciones, los hermanos Sánchez Juárez deciden poner ambos apellidos a sus hijos, convirtiéndolo en uno. José Sánchez Juárez (abuelo de Julio Sánchez Juárez) se casa con Blanca Romero y de ahí nacen cuatro hijos, entre ellos, José Sánchez Juárez Romero, quien a su vez se casa con Maria de Lourdes Lechuga y tienen dos hijos, José y Julio Sánchez Juárez Lechuga." 2
Del arquitecto Julio Sánchez Juárez pueden decirse muchas cosas, pero el rasgo que lo distinguió, además de la importante obra arquitectónica que desarrolló, así como los premios y reconocimientos obtenidos durante cuarenta y cuatro años de docencia, es aquel que lo ubica como un luchador académico inquieto, “un hombre que reconoce abiertamente los valores espirituales como parte fundamental en la creatividad y el hacer de la arquitectura…”3 De igual manera, el Dr. Arq. Fernando Winfield Reyes destacó el pasado martes 26 de Febrero en un emotivo homenaje póstumo las siguientes palabras:

Sus enseñanzas como profesor, como compañero, como amigo, ser humano, habrán de continuar más allá de las aulas, más allá de los talleres y salones de clases… pero lo importante ahora es honrar su memoria como seguramente a él le hubiera gustado, es decir, que sus alumnos continúen, con buena semilla, con aspiración de una vida congruente y con la labor de una arquitectura socialmente humana.

Quienes conocimos y tratamos al arquitecto Julio, siempre nos quedará un buen sabor de boca al recordar su aportación, su sencillez y el buen trato que lo caracterizaba, como bien lo señala la Dra. Arq. Emelina Nava:

El Maestro Sánchez Juárez formó a muchas generaciones, pero sobre todo, forjó conciencias. Ejemplo de honestidad y trabajo, siempre promovió el respeto por la dignidad humana y la libertad que otorga el peso de la verdad. Sus enseñanzas, aderezadas de un carácter crítico, denotaban la personalidad de un hombre lleno de generosidad, humildad y amor por su entorno y su labor. Su partida representa una enorme pérdida para la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana y en este sentido, es bueno reconocer que hemos sido afortunados los que fuimos sus alumnos.

No cabe duda que el croquis de la vida del Maestro Julio Sánchez Juárez, más que un esbozo, representa un ejemplo digno de imitar y transmitir a las futuras generaciones de estudiantes de arquitectura.
_____________________________
[1] Sánchez Juárez Julio. Arquitectura es... Cartas de estudio 1, para el curso de Teoría de la Arquitectura. Facultad de Arquitectura, Universidad Veracruzana.
[2] Remess Pérez, Mirian y Winfield Reyes, Fernando N. Julio Sánchez Juárez y Lechuga. Hechos que motivan al pensamiento / Reflexiones en torno a la enseñanza en la práctica de la arquitectura. Pág. 37 Universidad Veracruzana, Xalapa, Ver. 2005.
[3] Ibíd. Pág. 33
Nota: La fotografía pertenece a la contraportada del libro de Remess Pérez y Winfield Reyes sobre el Arq. Julio Sánchez Juárez y Lechuga.
Artículo publicado el día jueves 28 de Febrero de 2008 en el Semanario Punto y Aparte de Xalapa.

miércoles, 31 de octubre de 2007

Arquitectos Mexicanos

JUAN O’GORMAN, libro autobiográfico *
Ernesto Morosini

Escuché por vez primera el nombre de Juan O’Gorman cuando de niño visité junto con mi padre algunos museos en la ciudad de México. Me sorprendió enterarme que el pintor O´Gorman también fue arquitecto y muralista, coautor del proyecto de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, en México, D.F., donde los cuatro mil metros cuadrados de sus fachadas fueron decoradas con un gigantesco códice elaborado con piezas de piedra natural de color propio. Esta es quizá la obra que le ha otorgado un sitio entre los arquitectos más grandes que México ha tenido, aunque su autor consideraba no haber dejado nada a nuestro país, y que de haber seguido los principios generales de la arquitectura orgánica propuesta por Frank Lloyd Wright, -quizá el artista plástico más importante y de mayor genio en nuestra época- su legado habría sido aún más valioso que su arquitectura funcionalista.

El libro intitulado Juan O’Gorman, Autobiografía, recoge una serie de conversaciones grabadas a raíz de la larga amistad entre el arquitecto O´Gorman y el crítico de arte Antonio Luna Arroyo, dictadas en el año de 1970 y publicadas por primera vez en 1973. Juan O´Gorman comienza a narrar su vida a partir de su nacimiento, ocurrido en el año de 1905, así como de sus primeros años infantiles y de los problemas a los que se enfrentó para poder iniciar sus estudios de arquitectura durante el periodo del México posrevolucionario.

Después de haber concluido su formación académica y contando tan solo con 26 años de edad, proyectó y construyó la primera casa funcional en México -con sus propios recursos-, pues tenía la necesidad urgente de hacer una casa que fuera ingeniería más que arquitectura… la cual tuviera el mínimo de gasto y esfuerzo por el máximo de eficiencia. Cabe puntualizar que por aquellas épocas, la arquitectura clásica y la ortodoxia de la escuela de las Bellas Artes de Paris acogidas durante el porfiriato, eran los cánones que muchos arquitectos aplicaban a las edificaciones, mientras que las nuevas generaciones de maestros y estudiantes se identificaban con teorías novedosas, de las cuales destacaban las de Le Corbusier.

O’Gorman, como todo artista, contó con detractores de su propio gremio que se empeñaban en restarle importancia a su trabajo, pues a la vez que alternaba en la pintura y el muralismo, también hacía obra arquitectónica. Víctor Jiménez, que es quien realiza la introducción del libro, señala: Ningún otro muralista mexicano fue arquitecto; ningún otro arquitecto fue muralista, mientras que Juan O’Gorman fue ambas cosas en el nivel más alto. Contó con la amistad y el gran apoyo de Diego Rivera, quien le confió el diseño de su casa-estudio y la de su esposa, Frida Kahlo, cinco años menor que Juan y a la que él consideraba como una “hermana”.

Es relevante mencionar que Juan O´Gorman poseía una sensibilidad extrema que lo inducía a deprimirse de sobremanera, tal como comenta él mismo: Al finalizar el año de 1956, a los cincuenta y un años de edad, me vino una depresión psicológica terrible, quizá a consecuencia de una infección intestinal, que me acarreó muchos perjuicios. Apenas dos años atrás, en 1954 que Frida había fallecido y dicho motivo, significó un dolor muy grande para él, lo cual puede interpretarse como el agravante de su depresión.

La autobiografía de Juan O´Gorman, pintor, arquitecto y muralista, contiene datos sumamente interesantes, ya que ilustra con sencillez y emoción sus encuentros con personalidades destacadas de su gremio, funcionarios de estado, los trabajos realizados y las censuras que en ocasiones recibió, así como detalles de su vida privada. Esta es una lectura obligada para cualquier amante de la arquitectura y del arte en general. Juan O´Gorman, introductor de la arquitectura funcionalista en México, hombre sencillo, de pensamientos claros y tendencias políticas bien definidas, muere el 18 de enero de 1982 dejando a México y al mundo una herencia mucho más trascendente de lo que él creía.

Esta breve reseña no hace justicia al libro autobiográfico del arquitecto O’Gorman; más bien, trata de despertar el interés del lector para adentrarse en la vida y obra de uno de los mayores artistas que ha dado México.



Juan O’Gorman arquitecto,
un artista muy sutil
con voluntad de albañil,
fue pintor de fino esmero
y poeta tilichero.
No hizo casas de cajón
para acumular dinero.
Por andar de’namorado
dándoselas de glotón
se volvió vegetariano
y esquelético marciano.
Al infierno fue directo,
hoy reposa en el panteón
con hambre de tiburón
.

“Calavera” por, Juan O’Gorman, 1957


O´Gorman, Juan.
Autobiografía
Edit. Pértiga
Universidad Nacional Autónoma de México / DGE / Equilibrista
México, 2007. 228 Páginas.
* Artículo publicado en el semanario Punto y Aparte, de Jalapa, Ver. 1° de Noviembre de 2007

martes, 20 de febrero de 2007

Arquitectura es... (primera parte)

Hace algunos años, durante mis estudios de licenciatura tuve como maestro al Arq. Julio Sánchez Juárez y Lechuga.

Julio Sánchez Juárez deseaba fervientemente que los alumnos aprendiéramos y comprendiéramos qué era la arquitectura. Dedicó tiempo y esfuerzo en sus enseñanzas; nos ilustraba con ejemplos claros el significado de la arquitectura.


Tanta era la preocupación del maestro Sánchez Juárez que escribió sus "Cartas de Arquitectura" en las que tomó reflexiones y pensamientos de arquitectos sobre lo que ellos consideraban arquitectura.


La primera carta de arquitectura de mi maestro comienza así:


PRESENTACIÓN

Creo necesario presentar al lector, en unas cuantas líneas, cuáles fueron los motivos que me llevaron a realizar este proyecto. Publico en forma de cartas de estudio, sobre diversos temas de arquitectura, dirigido específicamente al curso de Teoría de la Arquitectura como material de apoyo.


Quiero destacar como primer motivo, la crisis académica que atraviesan las universidades, acentuada en la falta de participación y comunión de sus miembros en los espacios o foros de estudio, de reflexión, de diálogo de discusión, etc. enfocada a la búsqueda de superación del conocimiento profesional de la arquitectura. El profesorado, más interesado en la seguridad y consecución de intereses personales, ha propiciado la ausencia casi total en los espacios del saber. Lo que ha provocado el deterioro de la vida académica y, en consecuencia, la baja calidad de los egresados de la facultad.


Por otra parte, me encuentro en el momento propicio para expresar y compartir a los jóvenes estudiantes y profesores de la facultad, en este ensayo titulado “arquitectura es...”, las experiencias de algunos años de trabajo docente y profesional.


Preocupado por tratar de mejorar la enseñanza de la arquitectura a partir de su esencia, me ha llevado a la idea de mostrar la arquitectura como un hecho humano. Hablar del hombre, es hablar de unidad y universalidad a pesar de las diferencias existentes en las diversas culturas.
Lo que importa es que el alumno descubra lo humano en la arquitectura, al grado de llegar a identificarse con la síntesis propuesta por Le Corbusier, al decir que “arquitectura es igual a cultura”, o la del Arq. Enrique del Moral: “la arquitectura es consubstancial al hombre”. Para lo cual me he abocado a escoger cuatro autores arquitectos (Joseph Muntañola, Le Corbusier, Hans Hollein, Jorge Togneri) de diversas nacionalidades todos ellos pertenecientes a la época moderna. Ellos han aportado, con su talento, conceptos valiosos para definir la arquitectura. Algunos de ellos son evidentes por sí solos, otros como los de Le Corbusier y Hollein, por su filosofía requieren un análisis o explicación para mejor comprensión del alumno.

Cada carta tiene un valor en sí, por la calidad del autor. Pero es necesario para dar mayor fruto en el conocimiento de la arquitectura, el estudio global y comparativo del paquete de los cuatro autores, en la lectura y reflexión continuos.

De no saber qué cosa es la arquitectura en sus principios y enunciados, se corre el riesgo de confusiones y desviaciones muy comunes y graves en esta carrera que es ciencia y arte a la vez; igual que verdad y belleza, encaminada al servicio de la humanidad.

ARQ. JULIO SÁNCHEZ JUÁREZ
Jalapa, Ver. 1990
Fotografía tomada del libro "A fin de siglo, Cien años de arquitectura", Edición a cargo del Antiguo Colegio de San Ildefonso, Ciudad de México, 1998.