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miércoles, 14 de mayo de 2025

5. El expresionismo alemán (1905-1919)

 

El mar de nubes de color violeta y amarillo
Tres barcos de vela
Acuarela, 1946
Emil Nolde
Imágenes del pintor expresionista alemán Emil Nolde

Al mismo tiempo que en Francia surge el Fauvismo, también en 1905 en Dresde se forma El Puente (Die Brücke), grupo de artistas que, en torno a un programa escrito, está vigente hasta 1911, por lo que coincide al final con el Cubismo analítico y con el Futurismo.


  • Los expresionistas también quieren hacer frente al Impresionismo, pero en lugar de incidir tanto en lo formal ponen mayor énfasis en el contenido.
  • Se interesan por los problemas más íntimos del hombre en una época presidida por la ansiedadla angustiala culpala opresión o el miedo.
  • Manifiestan su desilusión por el desarrollo industrial, según ellos perjudicial para el hombre por frenarle su creatividad.


Los artistas de El Puente confiesan su pesimismo frente a la sociedad del momento, como  Edvard Munch (1863-1944), quien llega al desequilibrio emocional cercano a lo patológico (El grito), y del belga James Ensor (1860-1949), con un humor y un gusto por la anécdota que rayan en lo absurdo, lo extravagante y lo irreverente. (La entrada de Cristo en Bruselas).


El Grito, 1893
Óleo, temple y pastel sobre cartón, 91x74 cm.
Edvard Munch



Autorretratos de Edvard Munch y el pintor en acción.


Obra de James Ensor


Cristo entrando en Brusuelas
James Ensor

El pintor de esqueletos, 1896
James Ensor

“The Frightful Musicians,” 1891.
James Ensor

Squelette arrêtant masques.
James Ensor


Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) critica la superficialidad de la burguesía y el ambiente angustioso de la ciudad moderna (Una calle en Berlín).

Doris con cuello alto, 1906
E. L. Kirchner

Emil Nolde (1867-1956) revela con el recurso de la máscara el carácter de sus personajes, haciendo así una importante contribución al arte religioso (La Última Cena).

La Señora T. con un collar rojo, 1930
Acuarela
Emil Nolde


Paisaje nocturno al norte de Frisia
Emil Nolde

La Casa Blanca, 1908.
Erich Heckel


En 1911, cuando El Puente llega a su fin, se funda en Munich El Jinete Azul (Der Blaue Reiter), grupo que se mantiene hasta 1916.

Esta nueva formación artística, coetánea con el Cubismo sintético, consolida el Expresionismo alemán desde el punto de vista teórico y, como consecuencia, constituye una de las fuentes de la pintura abstracta.

The Blue Rider (Der Blaue Reiter), 1903
Óleo en lienzo, 52.1 x 54.6 cm
Wassily Kandinsky

Composición IV, 1911
Wassily Kandinsky

Composición VIII, 1923
Wassily Kandinsky
















Cuando Kandinsky comienza a realizar sus cuadros abstractos está llevando a sus últimas consecuencias la idea que ya alumbró a los primeros expresionistas alemanes, la de trabajar partiendo de cero.

Él se comporta intencionadamente como un niño, que, a través de unos garabatos, refleja sus sensaciones respecto a todo lo que le rodea, sin necesidad ni capacidad aún de reproducir exactamente lo que ve.

Es esta primera experiencia infantil, de carácter estético, la que se quiere recuperar porque así, en definitiva, rescata al hombre, que al llegar a la edad adulta se vuelve racional en un mundo industrializado. Por ello, la pintura abstracta de Kandinsky, que se desarrolla  paralelamente al Funcionalismo arquitectónico, se encuentra, sin embargo, en su polo opuesto.

2. Génesis del movimiento moderno: Las Vanguardias / El Modernismo (Gaudí y el Art Noveau, 1890-1925).

El Modernismo es un movimiento artístico que, en el último decenio del siglo XIX y en el primero del XX, se apoya en el desarrollo industrial para romper con el pasado y se manifiesta en diferentes facetas, como la construcción, el urbanismo o la pintura. En un sentido más concreto, se refiere a un estilo o moda que es básicamente decorativo y que recibe distintos nombres según el lugar:

Art Nouveau en Francia,
Liberty en Italia,
Jugendstil en Alemania, o
Secesión en Austria.

Interior de la Casa Batlló.
Barcelona, 18877
Antoni Gaudí

El modernismo, es más bien un movimiento que evolucionó de manera diferente en cada país, e incluso podemos decir que en cada ciudad. El nacimiento del modernismo se sitúa hacia finales del Siglo XIX, muchos teórico señalan a Viollet-le-Duc, defendedor del uso de los materiales modernos como nuevo vehículo de expresión artística el padre del Modernismo. Un breve recorrido por las diferentes ciudades donde el modernismo ganó impulso nos permitirá interpretar los diversos enfoques del espíritu del Art Nouveau en Europa.1

Bruselas y la casa Tassel.


El arquitecto Victor Horta fue uno de los discípulos de Viollet-le-Duc, y probablemente, el primer arquitecto en aplicar correctamente sus pensamientos. Sus edificios se muestran como entes orgánicos, vivos, con músculos y órganos, toda una revolución estética que tuvo su principal centro de experimentación en Bruselas.

Casa Tassel
Brusuelas, Bélgica, (1892 y 1893)
Víctor Horta

Queremos destacar la casa Tassel, en ella el modernismo alcanza la madurez. Un interior fluido y continuo, basado en la magnificación de la percepción espacial se abre paso es este edificio de fachada modesta.  Horta eliminó los corredores y los sustituyó por estructuras de acero y claraboyas. Personalizadas en formas abstractas se siente la influencia de la cultura japonesa y el último estilo con miedo al vacío, el rococó.


La París de Guimard


Por cercanía, la siguiente ciudad en recibir el eco de las obras de Horta fue París, donde Héctor Guimard se apresuró a adaptar el serpenteante interior de la casa Tassel y su original ornamentación a una infraestructura pública como el metro de París. Aún hoy podemos ver alguna de estas estaciones que han perdurado en el tiempo. Guimard se erigió rápidamente como el principal representante del modernismo en Francia, llevando sus obras a otras ciudades como Lille. Curiosamente el estilo modernista parisino acabó uniéndose a los elementos dieciochescos.

Metro de Paris

Barcelona, una expresión única del modernismo


El modernismo catalán respondió a la necesidad de crear un estilo propio que reflejase la identidad catalana. La expresión de este sentimiento se basó en la recuperación de estilos históricos, lo que unido al Art Nouveau dio como resultado un estilo único en el mundo caracterizado ante todo por un nivel de experimentación artística propio de una gran revolución. Antoni Gaudi i Cornet es el mayor exponente, comenzó combinando neogoticismo y modernismo, evolucionando hacia un estilo propio. En su ingenioso punto de vista, que podemos ver en edificios como la Casa Batló o la Sagrada Familia, buscaba unir ingeniosas soluciones estructurales con llamativos efectos decorativos.

Casa Batlló, fachada.
Barcelona
Antoni Gaudí

Si algo tuvo el modernismo en Barcelona fue la gran aceptación que tuvo llegando no solo al plano arquitectónico, también al decorativo. Fruto de ello hoy quedan muchos comercios que aún mantienen su estética modernista. Entre ellos encontramos la Farmacia Bólos conservando aún su interior con mobiliario y vidriera modernista.






El Modernismo es un estilo ornamental, nuevo desde el Renacimiento, pues se desvincula por completo del pasado. La decoración pierde su carácter de añadido para convertirse en estructura e invadirlo todo con plena libertad. Las fuentes de inspiración son la naturaleza, con sus motivos florales y animales, y el arte del Extremo Oriente, como el japonés, alejado de la tradición occidental. Más importante que el contenido son las formas, que, por su origen natural, resultan blandas y carnosas, con líneas onduladas y gran cromatismo para crear diseños asimétricos y dinámicos. El resultado es un edificio con carácter orgánico, pues parece crecer como si se tratara de una planta para dar lugar a la ciudad paisaje o jardín, que es viva, agradable, alegre y elegante gracias a la decoración. 

La Casa Orgánica de San Gerónimo, Ciudad de México: Juan O´Gorman, 1958.
Aunque esto no pertenece al Art Noveau, vale la pena ver la similitud entre el estilo organicista aplicado por O´Gorman.




Antoni Gaudí i Cornet 


Las obras de Antoni Gaudí, arquitecto (1852-1926), están declaradas Patrimonio de la Humanidad. La mayoría son edificios de estilo modernista que se encuentran en la ciudad de Barcelona o sus alrededores, aunque también proyectó algunos edificios para otras zonas de España.

Inicialmente, se declaró patrimonio de la Humanidad al «Parque Güell, Palacio Güell y Casa Milà en Barcelona» (1984), pero se decidió ampliar en el año 2005 a otras cuatro edificaciones diseñadas por Antoni Gaudí, pasando a llamarse «Obras de Antoni Gaudí». Todas ellas, considera la Unesco, «testifican la excepcional contribución creativa de Gaudí al desarrollo de la arquitectura y tecnología constructiva de finales del siglo XIX y principios del XX» (Wikipedia)


Escultura en el Parque Güell

Fachada principal del Palacio Güell
Casa Milá
Casa Vicens
Fachada de la Natividad y cripta de la Sagrada Familia

Casa Batlló

Cripta de la Colonia Güell

La trayectoria profesional del arquitecto tuvo una evolución sui generis, debido a su constante investigación en el campo de la estructura mecánica de las obras. En sus inicios, Gaudí recibió cierta influencia del arte oriental (India, Persia, Japón), a través del estudio de los teóricos de la arquitectura historicista, Walter Pater, John Ruskin y William Morris. Vemos esta corriente orientalizante en obras como el Capricho de Comillas, el Palacio Güell, los Pabellones Güell o la Casa Vicens. Más tarde, sigue la corriente neogótica de moda en el momento, siguiendo los dictámenes del arquitecto francés Viollet-le-Duc. Se puede percibir en el Colegio de las Teresianas, el Palacio Episcopal de Astorga, la Casa Botines y la Casa Bellesguard, así como en la cripta y el ábside de la Sagrada Familia. Finalmente, desemboca en su etapa más personal, con un estilo naturalista, individual, orgánico, inspirado en la naturaleza, en el que realizará sus obras maestras. (Wikipedia)

Un aspecto a destacar que Gaudí toma del arte islámico es la indefinición espacial, la concepción del espacio sin límites estructurados; espacio que adquiere un sentido secuencial, fragmentado, a través de pequeños tabiques o huecos diáfanos, que crean separación sin suponer barreras compactas que delimiten un espacio uniformemente cerrado.

Pero sin duda el estilo que más le influyó fue el arte gótico, que a finales del siglo xix vivía un gran renacimiento debido sobre todo a la obra teórica y restauradora de Viollet-le-Duc. El arquitecto francés propugnaba estudiar los estilos del pasado y adaptarlos al presente de una forma racional, atendiendo tanto a la razón estructural como a la ornamental.​ Sin embargo, para Gaudí el gótico era «imperfecto», porque pese a la eficacia de algunas de sus soluciones estructurales era un arte que había que «perfeccionar». En sus propias palabras:

El arte gótico es imperfecto, está a medio resolver; es el estilo del compás, de la fórmula de la repetición industrial. Su estabilidad se basa en el apuntalamiento permanente de los contrafuertes: es un cuerpo defectuoso que se aguanta con muletas. (...) Prueba que las obras góticas son de una plástica deficiente es que producen la máxima emoción cuando están mutiladas, cubiertas de hiedra e iluminadas por la luna...








Principio básico de configuración de imagen.
(Arq. Antonio Romero Cárcamo)

 

martes, 20 de febrero de 2007

Arquitectura es... (primera parte)

Hace algunos años, durante mis estudios de licenciatura tuve como maestro al Arq. Julio Sánchez Juárez y Lechuga.

Julio Sánchez Juárez deseaba fervientemente que los alumnos aprendiéramos y comprendiéramos qué era la arquitectura. Dedicó tiempo y esfuerzo en sus enseñanzas; nos ilustraba con ejemplos claros el significado de la arquitectura.


Tanta era la preocupación del maestro Sánchez Juárez que escribió sus "Cartas de Arquitectura" en las que tomó reflexiones y pensamientos de arquitectos sobre lo que ellos consideraban arquitectura.


La primera carta de arquitectura de mi maestro comienza así:


PRESENTACIÓN

Creo necesario presentar al lector, en unas cuantas líneas, cuáles fueron los motivos que me llevaron a realizar este proyecto. Publico en forma de cartas de estudio, sobre diversos temas de arquitectura, dirigido específicamente al curso de Teoría de la Arquitectura como material de apoyo.


Quiero destacar como primer motivo, la crisis académica que atraviesan las universidades, acentuada en la falta de participación y comunión de sus miembros en los espacios o foros de estudio, de reflexión, de diálogo de discusión, etc. enfocada a la búsqueda de superación del conocimiento profesional de la arquitectura. El profesorado, más interesado en la seguridad y consecución de intereses personales, ha propiciado la ausencia casi total en los espacios del saber. Lo que ha provocado el deterioro de la vida académica y, en consecuencia, la baja calidad de los egresados de la facultad.


Por otra parte, me encuentro en el momento propicio para expresar y compartir a los jóvenes estudiantes y profesores de la facultad, en este ensayo titulado “arquitectura es...”, las experiencias de algunos años de trabajo docente y profesional.


Preocupado por tratar de mejorar la enseñanza de la arquitectura a partir de su esencia, me ha llevado a la idea de mostrar la arquitectura como un hecho humano. Hablar del hombre, es hablar de unidad y universalidad a pesar de las diferencias existentes en las diversas culturas.
Lo que importa es que el alumno descubra lo humano en la arquitectura, al grado de llegar a identificarse con la síntesis propuesta por Le Corbusier, al decir que “arquitectura es igual a cultura”, o la del Arq. Enrique del Moral: “la arquitectura es consubstancial al hombre”. Para lo cual me he abocado a escoger cuatro autores arquitectos (Joseph Muntañola, Le Corbusier, Hans Hollein, Jorge Togneri) de diversas nacionalidades todos ellos pertenecientes a la época moderna. Ellos han aportado, con su talento, conceptos valiosos para definir la arquitectura. Algunos de ellos son evidentes por sí solos, otros como los de Le Corbusier y Hollein, por su filosofía requieren un análisis o explicación para mejor comprensión del alumno.

Cada carta tiene un valor en sí, por la calidad del autor. Pero es necesario para dar mayor fruto en el conocimiento de la arquitectura, el estudio global y comparativo del paquete de los cuatro autores, en la lectura y reflexión continuos.

De no saber qué cosa es la arquitectura en sus principios y enunciados, se corre el riesgo de confusiones y desviaciones muy comunes y graves en esta carrera que es ciencia y arte a la vez; igual que verdad y belleza, encaminada al servicio de la humanidad.

ARQ. JULIO SÁNCHEZ JUÁREZ
Jalapa, Ver. 1990
Fotografía tomada del libro "A fin de siglo, Cien años de arquitectura", Edición a cargo del Antiguo Colegio de San Ildefonso, Ciudad de México, 1998.