El Cubismo
El Cubismo es un movimiento pictórico que, desarrollado en París desde 1907 hasta 1914, surge durante la decadencia del Fauvismo.
Su objetivo no es copiar la realidad, sino construirla, siguiendo la estela de Cézanne y del Puntillismo.
Los cubistas no pintan las cosas como son ni como las ven, sino como las piensan.
El cuadro forma parte de un proceso mental que arranca de nuestra experiencia cotidiana: no vemos las cosas de manera unitaria, pues tienen distinto aspecto según el lugar que ocupemos.
La mente se encarga de juntar todos los puntos de vista parciales para que tengamos una noción completa de lo que observamos.
Los elementos del cuadro cubista son ya conocidos por el espectador antes de ir al cuadro, pues pertenecen a su mundo habitual, de manera que él sólo tiene que participar en un juego que consiste en relacionar los fragmentos planos que encuentra para elaborar la idea de una forma sólida. Por eso, se trabaja sólo con temas muy conocidos, como frutas, vasos, botellas o instrumentos musicales.
El Cubismo, rompe definitivamente con el instaurado desde el Renacimiento y que se caracteriza por ser plano, simultáneo y transparente.
![]() |
Las señoritas de Avignon, 1907. Pablo Picasso |
Se compone de formas geométricas que niegan la perspectiva convencional.
No obstante, existen algunos indicios de profundidad, como las líneas inclinadas, y de volumen, como las curvas y el claroscuro.
La obra cubista ofrece al mismo tiempo distintos puntos de vista, como por ejemplo el perfil y el frente en un rostro, lo que es imposible captar en la realidad, donde se necesitan momentos diferentes para que el espectador o lo que se contempla cambien de posición.
Entonces, el Cubismo introduce en la pintura el factor temporal, con lo que la imagen resultante es plana y muy poco natural.
El espacio cubista es transparente, ya que unas formas se incrustan en otras y dejan ver lo que se esconde tras ellas.
De ahí que el parecido con la realidad disminuya y sea difícil a veces reconocer lo que se representa, aunque siempre existe algún detalle que facilita al espectador esta tarea. Por tanto, el Cubismo no es arte abstracto, aunque sí constituye una de las fuentes de las que nace la abstracción, pues antes de que ésta surja demuestra que la obra de arte no necesita representar la realidad exactamente como se ve.
![]() |
Desnudo bajando la escalera, 1912 Óleo sobre lienzo, 146x89 cm Marcel Duchamp |
![]() |
Mujer con mandolina, 1910 Óleo sobre lienzo, 92x73 cm. Georges Braque |
![]() |
Stormtrooper inspirado en la obra de Braque. Autor desconocido |
Dentro del Cubismo, sobresale Pablo Picasso (1881-1973), quien, juntamente con Georges
Braque (1882-1963), es su creador.
Picasso cambia constantemente de estilo y abarca actividades tan diversas como la pintura, el grabado, la escultura y la cerámica. Tras sus períodos azul (1901-1904) y rosa (1904-1907), en los que es fiel a la tradición figurativa, rompe radicalmente con ésta a través de las tres fases por las que atraviesa el movimiento: el Precubismo (1907-1910), el Cubismo analítico (1910-1912) y el Cubismo sintético (1912-1914), aunque esta última etapa la prolonga hasta 1917 al mismo tiempo que recupera lo clásico.
![]() |
Guernica, 1937. Óleo sobre lienzo, 351x782 cm Pablo Picasso |
![]() |
Paisaje Zapatista, 1915 Óleo sobre lienzo, 145x125 cm. Diego Rivera |
En el primer caso, Picasso pone el Cubismo al servicio del Surrealismo, pues éste le interesa por su concepción mental del proceso artístico. Por eso, el artista da ahora más importancia a las figuras que a los objetos, decantándose por formas discontinuas y ambiguas hasta el punto de resultar violentas (Figuras a orillas del mar). A continuación, su Cubismo recurre a la deformación y a la exageración, típicamente expresionistas, para manifestar conflictos políticos y personales (Guernica).
Por tanto, la trascendencia del Cubismo no estriba sólo en su total rechazo del pasado sino en su capacidad de generar otras opciones. En su seno se fragua el arte abstracto y se abren nuevas posibilidades para estilos ya constituidos como el surrealista o el expresionista. Asimismo, surgen otras modalidades de Cubismo, como el Órfico u Orfismo, en el que el tema pierde aún más importancia, como manifiestan Robert Delaunay (1885-1941) y Fernand Léger (1881-1955). El primero concibe el cuadro como un fenómeno luminoso, donde la luz se descompone y mueve todo el espacio (Torre Eiffel), mientras que el segundo contrasta formas que se reducen a tubos que mecanizan la composición para estar en consonancia con la vida moderna (La ciudad).
![]() |
Mi homenaje a Picasso |