sábado, 2 de febrero de 2008

El Desarrollo Sustentable: ¿paradigma utópico?

Ernesto Morosini

En la Segunda Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II), realizada en Estambul (Turquía, 1996), se adoptaron como objetivos principales a tratar, los problemas de la vivienda adecuada, salubre y segura para todos y el desarrollo sostenible de los asentamientos humanos en un mundo en proceso de urbanización,... Así, en la “Declaración de Estambul” los países participantes sostienen que: “Para establecer un medio ambiente global sustentable y mejorar la calidad de vida en nuestros asentamientos humanos, nos comprometemos a establecer patrones sustentables de producción, consumo, transporte, desarrollo de asentamientos, prevención de la contaminación, respeto a la capacidad de soporte de los ecosistemas y a la preservación de oportunidades para las generaciones futuras (...)” Pero, ¿acaso las necesidades actuales de nuestra población y del mundo en general están resueltas de acuerdo a los términos del desarrollo sustentable? Resulta una falacia hablar de establecer patrones de producción, consumo, etc., si no comenzamos por nosotros mismos. Además los modelos -neoliberales- de desarrollo impuestos por nuestro gobierno, originan que desarrollo sustentable sea una meta difícil de lograr, pues para cumplir con las condiciones de la sustentabilidad, se deben cambiar las condiciones actuales de gobernabilidad.

El “Desarrollo Sustentable” no es un discurso nuevo. Surgió de la “preocupación” de los países industrializados, quienes al ver agotados sus recursos a causa de sus modelos de desarrollo, volvieron los ojos hacia los países no industrializados que aún conservan parte de sus recursos “intactos”. Por otra parte, el modelo sustentable identifica a la pobreza y la explosión demográfica como una de las principales causas del deterioro ambiental. Pero, ¿qué debe hacer un país pobre para superarla? Debe desarrollarse, industrializarse, generar empleos y establecer patrones de consumo que permitan mantener el crecimiento económico, pero el costo de este desarrollo, como ya se ha visto en los países industrializados, ha provocado el deterioro de los recursos naturales. Cabe señalar, que en las ciudades más ricas del mundo los problemas ambientales no están tan relacionados con la explosión demográfica, sino con la cultura de consumo: un habitante de Nueva York consume aproximadamente tres veces más agua y genera ocho veces más basura que un residente de Bombay. La demanda masiva de energéticos en las ciudades ricas contribuye a la acción del efecto invernadero por las emisiones de gases.1 En este sentido, los países marginados adquieren tecnología que ya ha sido desechada por los países del primer mundo, y que por muy buenas intenciones que se tengan, resulta imposible para los países pobres asumir los costos que implican la utilización de tecnologías “limpias”.2

Tal parece que los países que se ubican en el denominado “tercer mundo” nunca van a gozar de los privilegios que han alcanzado los países del “primer mundo”, pues siempre van a estar en una condición de retraso tecnológico. Pero, ¿quién es el que decide cuáles países pueden desarrollarse o no? Muchos de ellos firman convenios para mantener un uso racional de los recursos naturales, otros más, simplemente se levantan de la mesa de negociación, pues no aceptan la imposición de límites a su desarrollo, además, dicha imposición queda en manifiesto en un apartado del informe Brundtland que dice que “la protección al medio ambiente es un requisito previo al crecimiento económico”.

México, como uno de los países que han acogido el discurso del Desarrollo Sustentable a través del Poder Ejecutivo Federal, ha implementado una serie de programas encaminados a lograr un uso más racional de los recursos naturales. Estos programas van desde la protección y conservación de áreas naturales hasta programas de educación de la población, aunque si bien, estas acciones son valiosas en la medida en que generan conciencia alrededor de un problema real, resultan poco efectivas en la solución del problema, pues éste tiene raíces mucho más complejas. Sin embargo, es ya un logro muy importante que el tema del medio ambiente forme parte de la agenda de casi todos los países del mundo y que en muchos de estos países se realicen esfuerzos serios para frenar su deterioro.

La esperanza de tener ciudades mejores no solo depende de la voluntad de las autoridades, sino de quienes vivimos y disfrutamos la ciudad. El desafío que se nos presenta es revertir las tendencias negativas de desarrollo urbano y construir escenarios que eleven efectivamente nuestra calidad de vida.

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1 World Resources Institute (1999) World resources 1998-99. The urban enviroment. United Nation Enviroment Programme. 1996 – 97. Pág. 1 – 2.

2 El capítulo IV, artículo 171 de la LGEEPA que habla sobre las sanciones administrativas que recibirán las empresas que incurran en los delitos ambientales, resulta ser confusa y vaga, pues la contradicción está en que una multa no restituye el daño ambiental. Las leyes que regulan la contaminación ambiental llegan a ser demasiado sugerentes en cuanto a las medidas que deben de tomar las empresas contaminantes. En el caso de los ingenios azucareros, a pesar de que existen medios para el tratamiento de los residuos de la caña de azúcar tales como las lagunas de aireación y las plantas de tratamiento de aguas residuales industriales, resultan ser elementos altamente costosos, por lo que a los propietarios les conviene cubrir una multa y seguir contaminando a instalar un sistema anticontaminante que no les traerá beneficios directos y que además sería una inversión no recuperable para ellos, dadas las condiciones económicas en las que se encuentra la industria azucarera.

Publicado en el semanario "Punto y Aparte" de Xalapa, Ver.

3 comentarios:

Fran Invernoz dijo...

Muy buen comentario, debemos exigir a los mandatarios que tomen medidas a favor del desarrollo sostenible pero también tenemos que tomar conciencia y hacer lo que debemos hacer para proteger nuestra casa, nuestro planeta, y comentarlo a nuestos familiares, vecinos y allegados. Muy bien el comentario, porque el tema es responsabilidad de TODOS. Saludos.

Pensive dijo...

Pues creo que los recursos naturales mexicanos estan todo menos "intactos"....Y para intentar cambiar la mentalidad de la gente, tanto mexicana como el hambre monstruosa de consumo y mas consumo en los paises desarrollados me parece una utopía..

Saludos y gracias por pasarte por mi blog ^^ tratare de venir a leer aqui de vez en cuando a ver si aprendo algo util :p

Eleniutz dijo...

hemos actualizado el blog vakero... no con un best seller pero si con una anecdota jojojo

saludos jarochos!