domingo, 13 de julio de 2008

Monumentos redentores

Ernesto Morosini

Corría el año de 1889 cuando La Torre Eiffel era inaugurada con motivo de la Exposición Universal en Paris en ese mismo año. A pesar de la oposición generalizada de los artistas parisinos del siglo XIX quienes la contemplaban como un mounstro de hierro, la estructura diseñada por Gustave Eiffel es hoy en día el monumento más visitado del mundo y el emblema por excelencia de Francia y de la ciudad de Paris en particular.

Según la definición asignada por el Diccionario de la Real Academia Española, un monumento es una obra artística o edificio que toma bajo su protección el Estado, pudiéndose tratar de un edificio público, de una escultura o de cualquier otro elemento que represente una valiosa manifestación cultural de periodos anteriores o actuales, o bien, aquellos que simbolizan hechos históricos relevantes y que conforman el patrimonio histórico-artístico de alguna localidad. Muchos de estos elementos funcionan también como hitos, es decir, son edificaciones que resaltan del resto del contexto urbano.(1)

Este año en la ciudad de Jalapa, Veracruz se edifica “La Araucaria” escultura de Enrique Carvajal, “Sebastián” y que según las opiniones de muchos “será el símbolo de Jalapa” y que además dará “carácter internacional” a nuestra ciudad, tal vez haciendo una comparación romántica con otros grandes monumentos que al igual que la Torre Eiffel han otorgado presencia internacional según la ciudad donde se emplacen. No cabe duda que un monumento de tales dimensiones pueda constituir un símbolo, sobre todo por la solución formal que posee, y que está sustentada en la composición de las letras X y V, en alusión a “Xalapa” y a Veracruz, aunque el uso de la X en el nombre de Jalapa, sea incorrecta.

El creador de “La Araucaria” es un escultor de un prestigio tan grande como las esculturas que ha diseñado. Un artista que materializa las matemáticas en geometría perfecta e impecable, que si bien hay quienes aseguran que no son más que hierros retorcidos, hay otros a los que nos asombran sus creaciones. Por eso y más, Sebastián fue designado para realizar tan magna obra, aunque no hubiera perjudicado realizar una convocatoria en la que todos los escultores veracruzanos participaran con un proyecto similar, ya que el Estado de Veracruz ha sido cuna de hombres de talento extraordinario tales como los maestros Teodoro Cano, Gabriel Orozco, Rafael Villar y Gustavo Pérez,(2) por mencionar algunos, mismos que han sabido enaltecer el nombre de Veracruz, así como su suelo, el mismo donde ahora se erige “La Araucaria”. Hubiera sido interesante conocer otras propuestas y haber realizado una selección de obras que verdaderamente se identifiquen con Jalapa.

¿Será cierto que la escultura de Sebastián le dará “carácter” a nuestra ciudad cuando la araucaria no es un árbol originario del Estado de Veracruz y ni siquiera es mexicano?(3) Quienes han hecho ese tipo de comentarios quizás no han descubierto la grandeza de nuestra ciudad, o tal vez, la escultura tendrá como cometido recordar a las futuras generaciones de jalapeños que la ciudad fue un enclave henchido de áreas verdes y de árboles, mismos que desaparecieron gracias a la anarquía predominante en el desarrollo urbano.

Bonita manera de redimir nuestra ciudad.

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(1) Kevin Lynch define a los hitos como mojones, que son objetos físicos definidos con bastante sencillez, un elemento singular que confiere un aspecto único o memorable al contexto urbano.

Lynch, Kevin. La Imagen de la Ciudad. Edit. Gustavo Gili. Barcelona 2006, Pág. 96.

(2) Gustavo Pérez nació en la ciudad de México en 1950, pero desde hace años trabaja y vive cerca de Jalapa, en el estado de Veracruz. Es uno de los ceramistas más famosos de la generación mexicana actual.

(3) La Araucaria es un árbol nativo de Chile y Argentina. En Chile crece en la Cordillera de los Andes, desde Ñuble a Temuco y en la Cordillera de Nahuelbuta. Para los chilenos, la araucaria representa un Monumento Natural, existiendo ejemplares de hasta mil años de vida. Se le cultiva poco en parques y jardines debido a la lentitud con que crece, no obstante se la puede encontrar en jardines europeos y norteamericanos donde es muy apreciada por su simétrica belleza, recibiendo el nombre de Monkey Puzzle Tree.

Las araucarias que aun subsisten en el Parque Juárez de Jalapa, fueron traídas de Chile alrededor del año 1890, como un regalo del Embajador Chileno a Don Porfirio Díaz.

Publicado en Punto y Aparte 12 de Junio 2008

Fotografía del autor

2 comentarios:

Bethania dijo...

La escultura es linda y punto, siento que no es algo que trascenderá como un monumento artìstico en sì, sino más bien por la millonada que costó hacerlo.
En fin, nomás no le atinamos aún.
Saludos!!

Beti Confetti dijo...

jajajaja Ernestino, tu si que te apasionas. xoxo