Pocos días antes de que Refugio “Cuco” Reyes –espléndido
alarife- retirara los andamios de la cúpula del Templo de San Antonio en
Aguascalientes, algunos personajes de la localidad manifestaron serias
inquietudes respecto a la estabilidad de la obra. Coincidió el problema con la
gira de un prominente político e ingeniero de la ciudad de México, Arturo J.
Pani, a quien se invitó a visitar la obra y se aprovechó para solicitar su
sabia opinión al respecto. Su juicio fue contundente: al retirar la obra
muerta, la obra se vendría abajo. Al saberlo Reyes, seguro de sus
conocimientos, decidió descimbrar la cúpula esa misma noche. La obra se mantuvo
intacta. A la mañana siguiente, acompañado de algunos amigos pero desconociendo
la acción nocturna, el Ingeniero Pani encontró a Reyes frente al Templo y lo
saludó despectivamente diciendo: ahí tenemos a un ingeniero sin título. Con una
caravana, Cuco Reyes respondió de inmediato: y ahí tenemos a un título sin
ingeniero.
El cliente siempre tiene la razón.
Cuando Juan de Herrera presentó al rey Felipe II los planos
para El Escorial el monarca observó que el arquitecto había proyectado una
bóveda plana bajo el coro de la Iglesia.- Ésta bóveda no es posible, se vendrá
abajo.- La he calculado cuidadosamente, Su Majestad, y puedo asegurar que
resiste.- Es necesaria una columna al centro.- Su Majestad…- Ponedla.- Como Su
Majestad ordene. La bóveda se construyó con la columna al centro y al visitar
la obra Felipe II, satisfecho, recordó a Herrera su indicación gracias a la
cual la edificación se sostenía.- Ya veis, era necesaria.- En efecto Su
Majestad, sus órdenes fueron cumplidas. Con todo respeto, me permití guardar
los dibujos con mis cálculos para que Su Majestad los conserve.- Traedlos pues.
Juan de Herrera pidió una escalera, la colocó sobre la columna, subió por ella
y, cuidadosamente, de un breve espacio entre el capitel de la columna y la
bóveda plana extrajo los planos y los entregó al monarca.
Florencia y los Médici
Hace unos años Pablo Escobar -el conocido narcotraficante
colombiano- decidió adquirir una gran extensión de terreno en el cerro del
Envigado cercano a su ciudad natal: Medellín (sitio donde acabó construyéndose
la Cárcel de Máxima Seguridad en la que tiempo después estuvo preso y luego
huyó con un nutrido grupo de reclusos).Escobar buscaba promover su imagen como
culta y respetable, construyendo y donando a la ciudad un gran centro cultural,
con universidades, bibliotecas, teatros, museos, etc. Para lograrlo decidió
acudir a uno de los arquitectos más notables y reconocidos del país: Rogelio
Salmona. Inicialmente la propuesta fue presentada por un grupo de abogados
norteamericanos, pero la magnitud del proyecto generaba suspicacias y resultó
claro quién estaba detrás del proyecto. Aceptar, significaba aceptar asociar de
por vida su nombre –y su persona- al narcotráfico. Negarse, implicaba exponerse
a una previsible reacción del capo. Ante el grave dilema, el arquitecto se
decidió: no acepto porque éticamente estoy en desacuerdo con el origen del
capital...Poco después una hermana de Escobar insistió de su parte sobre el
significado social y los valores culturales que la obra aportaría a la
comunidad. Pablo le concedía quince días para reconsiderarlo. La tentación no
logró vencer a la virtud y, al cumplirse el plazo Salmona reiteró su posición y
su negativa. Ante esta decisión, la hermana indicó que deseaba transmitirle un
recado de Pablo...Mi hermano está seguro que en sus viajes usted ha estado en
la ciudad de Florencia ¿verdad?-Desde luego. Y presume que usted admira mucho
esa ciudad...-Sin duda. Por eso a Pablo le intriga su actitud y le interesa
saber ¿qué piensa usted que hubiera sido de la ciudad de Florencia y del
Renacimiento Italiano si Miguel Ángel -por razones éticas- se hubiera negado a
trabajar para la familia Médici? Y usted ¿cree que los Médici fueron mucho
mejores que nosotros?
Un pirata honrado
Cuentan que el laureado escritor Gabriel García Márquez
encargó al talentoso arquitecto Rogelio Salmona que buscara un buen solar para
construir su casa en la hermosa ciudad de Cartagena de Indias. Seleccionado el
terreno, en varias ocasiones los propietarios incrementaron el precio de manera
sustancial al saber quién sería el comprador. Una y otra vez fallaron los
acuerdos. Finalmente, Salmona encontró una hermosa propiedad frente a las
murallas, una magnífica oportunidad y una buena dosis de esperanza de evitar el
tradicional problema ya que el propietario era anciano y ciego. Le avisó a García
Márquez, se pactó un precio razonable, se realizaron los trámites con discreción
y llegó el día de cerrar la operación ante el notario. Inevitablemente, para
firmar la escritura se leyeron los nombres y al escuchar el de quien adquiría
la finca el viejo vendedor interrumpió el acto: Usted debe ser Gabo, el gran
escritor.-Si señor, a sus órdenes. En ese caso cambiaré el precio.-Oiga
usted... no puede ser... se había cerrado un trato...El precio definitivo de
venta será la mitad de lo dicho.-... ¿Cómo dice? Sí, la mitad.-Bueno... muchas
gracias... pero no hay necesidad... yo había aceptado gustoso...Don Gabriel,
quiero decirle que es un honor para mí venderle este predio. Pero también
quiero que sepa que yo me gané la vida como impresor. Lo que obtuve con las
ediciones pirata de sus libros y lo que usted perdió en regalías supera con mucho
lo que ahora le reduzco.
Busco al arquitecto...
Un posible cliente buscó, sin conocerlo, a Corbusier en su
taller de Paris. Una mañana tocó la puerta y salió a recibirlo Corbusier en
persona.- Desearía ver al arquitecto Corbusier.- No está en éste momento, puede
verlo en la tarde. En la tarde regresó y Corbusier lo recibió en su mesa de
trabajo.- Deseo ver al arquitecto Corbusier.- Soy yo, respondió Corbu.- ¿Cómo?,
respondió desconcertado el cliente, hoy en la mañana usted mismo me recibió y
me dijo que no estaba.- Es que en la mañana soy el pintor Corbusier.
Las anécdotas las copié directamente de una página web de arquitectura hace ya varios años. Desafortunadamente, no recuerdo que página era y por más que la he buscado no la he vuelto a encontrar.
9 comentarios:
Você foi me visitar, e eu resolvi vir aqui visitar você!
Apareça sempre!
Muy bueno por la mañana soy... Me encantó leerte!
Sinceramente te digo: qué chingonas anécdotas. Don Cuco, en la primera, nos enseña muchísimo con su agudo humorismo. Y hasta de Pablo Escobar se puede aprender algo...
-No imagino la cara de Gabo...
lleguè aca navegando por el blogerespacio y mire de lo que una se entera...
:Syo si le di un click a tu nombre :S
je
saluttos...
No estaría de más poner los enlaces de donde salieron la copia de estas anécdotas... ¡no!
Excelentes historias, seguramente Le corbisier lograba ser tantas cosas en un dia, era un genio...
Un abrazo
mariajose
Muy buenas anécdotas... bueno saludos de un futuro estudiante de Arquitectura, demasiado bueno tu blog, tratare de pasar seguido por acá, se me hizo muy agradable leerte.... saludos desde Baja California.....
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