miércoles, 31 de octubre de 2007

Arquitectos Mexicanos

JUAN O’GORMAN, libro autobiográfico *
Ernesto Morosini

Escuché por vez primera el nombre de Juan O’Gorman cuando de niño visité junto con mi padre algunos museos en la ciudad de México. Me sorprendió enterarme que el pintor O´Gorman también fue arquitecto y muralista, coautor del proyecto de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, en México, D.F., donde los cuatro mil metros cuadrados de sus fachadas fueron decoradas con un gigantesco códice elaborado con piezas de piedra natural de color propio. Esta es quizá la obra que le ha otorgado un sitio entre los arquitectos más grandes que México ha tenido, aunque su autor consideraba no haber dejado nada a nuestro país, y que de haber seguido los principios generales de la arquitectura orgánica propuesta por Frank Lloyd Wright, -quizá el artista plástico más importante y de mayor genio en nuestra época- su legado habría sido aún más valioso que su arquitectura funcionalista.

El libro intitulado Juan O’Gorman, Autobiografía, recoge una serie de conversaciones grabadas a raíz de la larga amistad entre el arquitecto O´Gorman y el crítico de arte Antonio Luna Arroyo, dictadas en el año de 1970 y publicadas por primera vez en 1973. Juan O´Gorman comienza a narrar su vida a partir de su nacimiento, ocurrido en el año de 1905, así como de sus primeros años infantiles y de los problemas a los que se enfrentó para poder iniciar sus estudios de arquitectura durante el periodo del México posrevolucionario.

Después de haber concluido su formación académica y contando tan solo con 26 años de edad, proyectó y construyó la primera casa funcional en México -con sus propios recursos-, pues tenía la necesidad urgente de hacer una casa que fuera ingeniería más que arquitectura… la cual tuviera el mínimo de gasto y esfuerzo por el máximo de eficiencia. Cabe puntualizar que por aquellas épocas, la arquitectura clásica y la ortodoxia de la escuela de las Bellas Artes de Paris acogidas durante el porfiriato, eran los cánones que muchos arquitectos aplicaban a las edificaciones, mientras que las nuevas generaciones de maestros y estudiantes se identificaban con teorías novedosas, de las cuales destacaban las de Le Corbusier.

O’Gorman, como todo artista, contó con detractores de su propio gremio que se empeñaban en restarle importancia a su trabajo, pues a la vez que alternaba en la pintura y el muralismo, también hacía obra arquitectónica. Víctor Jiménez, que es quien realiza la introducción del libro, señala: Ningún otro muralista mexicano fue arquitecto; ningún otro arquitecto fue muralista, mientras que Juan O’Gorman fue ambas cosas en el nivel más alto. Contó con la amistad y el gran apoyo de Diego Rivera, quien le confió el diseño de su casa-estudio y la de su esposa, Frida Kahlo, cinco años menor que Juan y a la que él consideraba como una “hermana”.

Es relevante mencionar que Juan O´Gorman poseía una sensibilidad extrema que lo inducía a deprimirse de sobremanera, tal como comenta él mismo: Al finalizar el año de 1956, a los cincuenta y un años de edad, me vino una depresión psicológica terrible, quizá a consecuencia de una infección intestinal, que me acarreó muchos perjuicios. Apenas dos años atrás, en 1954 que Frida había fallecido y dicho motivo, significó un dolor muy grande para él, lo cual puede interpretarse como el agravante de su depresión.

La autobiografía de Juan O´Gorman, pintor, arquitecto y muralista, contiene datos sumamente interesantes, ya que ilustra con sencillez y emoción sus encuentros con personalidades destacadas de su gremio, funcionarios de estado, los trabajos realizados y las censuras que en ocasiones recibió, así como detalles de su vida privada. Esta es una lectura obligada para cualquier amante de la arquitectura y del arte en general. Juan O´Gorman, introductor de la arquitectura funcionalista en México, hombre sencillo, de pensamientos claros y tendencias políticas bien definidas, muere el 18 de enero de 1982 dejando a México y al mundo una herencia mucho más trascendente de lo que él creía.

Esta breve reseña no hace justicia al libro autobiográfico del arquitecto O’Gorman; más bien, trata de despertar el interés del lector para adentrarse en la vida y obra de uno de los mayores artistas que ha dado México.



Juan O’Gorman arquitecto,
un artista muy sutil
con voluntad de albañil,
fue pintor de fino esmero
y poeta tilichero.
No hizo casas de cajón
para acumular dinero.
Por andar de’namorado
dándoselas de glotón
se volvió vegetariano
y esquelético marciano.
Al infierno fue directo,
hoy reposa en el panteón
con hambre de tiburón
.

“Calavera” por, Juan O’Gorman, 1957


O´Gorman, Juan.
Autobiografía
Edit. Pértiga
Universidad Nacional Autónoma de México / DGE / Equilibrista
México, 2007. 228 Páginas.
* Artículo publicado en el semanario Punto y Aparte, de Jalapa, Ver. 1° de Noviembre de 2007

7 comentarios:

Mario Rosaldo dijo...

En efecto, tu reseña nos deja con la intención de leer, no sólo este libro, sino muchos más sobre el pensamiento y la obra de Juan O'gorman.

Vayan estos datos, pues, para quienes hayan quedado con esa intención de profundizar en el tema. A principios de los ochenta, Marisol Aja escribió un interesante trabajo sobre O'gorman, que inicia el volumen 2 del libro Apuntes para la historia y crítica de la arquitectura mexicana del siglo XX: 1900-1980, editado por el INBA en 1982.

Aunque sólo se trata de la catalogación de la obra arquitectónica de O'gorman, Aja no deja de darnos un panorama crítico del funcionalismo en México. Aja se apoya en diversas fuentes, incluyendo una entrevista al propio O'gorman y la autobiografía que tú has reseñado. Recomiedno su lectura.

Dicho sea de paso, en una de las entradas programados de mi blog me toca hablar de O'gorman y su relación con la llamada arquitectura fantástica, espero poder hacerlo tan bien como tú lo has hecho esta vez.

Mujer del traje gris dijo...

Yo lo conocì por mi hermana mayor. Creo que es su medio fan, como creo ke tu.

Buen blog.

SALUDOS!!

Lori dijo...

Saludos... gracias por tu comment

Fragmentos Betty Martins dijo...

Olla, Ernest


Muchas gracias por tu visita. Yo gostaria que volvesses siempre

los chocolates los buenos libros e a la poesía. São una perdicione para me también. La arquitectura me encanta por demais

Lo artigo que escribiste de JUAN O’GORMAN está fantástico.

Muchas felicitaciones por tus “espacios”


Volveré

becitos

Panchalli dijo...

ejem la primera vez que escuche de el fue como muralista, y claro al descubrir sus otras facetas no puede mas que admirarlo, he leido algunos de sus escritos y me encantaria ese libro ...jaja me lo prestas??

Sherezada dijo...

mire lo que uno encuentra cuando no tiene nada que hacer, bueno sera como q mi consultorio cuando olvide algo de mi profesion... buena referencia para mis pupilos

Saludos

Sergio Lara dijo...

Interesante, muy amplia y completa descripciòn, felicidades.